lunes, 6 de mayo de 2013

Superchería

Fue hace una eternidad cuando caímos en la cuenta de que la crisis había venido para quedarse y de que no saldríamos de ella ni fácilmente ni sin que se produjeran algunos estragos sociales, que no imaginábamos tan severos. Nos gobernaba Merkel y Rodríguez Zapatero ocupaba la Moncloa, cuando comenzaron a oírse voces que defendían la necesidad de un pacto de Estado como el método más eficaz para recuperar la senda del crecimiento. Pero no estaba el horno ideológico para los bollos del consenso, porque ni los socialistas reconocían aún las enormes debilidades de nuestro sistema ni los populares encontraban mejor manera de hacer política que dar palos al Gobierno en las espaldas de los ciudadanos. Era la época en la que Zapatero no veía más allá de sus narices y aquella en la que un exultante González Pons aspiraba a generar tres millones y medio de empleos porque, según contaba sin parar, el Partido Popular era «especialista en resolver crisis económicas», estaba «superespecializado en crear puestos de trabajo». Ya se ha visto cuánto: a pesar de la mayoría absoluta de Rajoy, no hay rastro de crecimiento y el desempleo, cada vez mayor, se ha convertido en una pesada losa que lastra la salida de la recesión. En estas circunstancias, y justo cuando el último barómetro del CIS nos advierte de la quiebra del modelo de Estado, vuelve a plantearse la necesidad de alianzas. Pero las llamadas de los partidos al concierto son mera superchería. ¿Alguien imagina hoy a los responsables políticos de este país cediendo posiciones ideológicas para alcanzar un mínimo punto de encuentro?
Heraldo de Aragón - 05/05/2013

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