lunes, 28 de enero de 2013

Patrañas

Me llega por correo electrónico una de esas noticias que los ciudadanos estamos dispuestos a creernos a pie juntillas y que resultan muy difíciles de neutralizar aunque sean falsas. El mensaje  relata que Francisco Camps ha sido fichado como asesor por el hospital Santa Tecla de Tarragona con un sueldo de 6.000 euros al mes. La historia es vieja. Lleva tiempo circulando por Internet y tiene una versión más antigua aún, con Carod Rovira como protagonista. Hay que reconocer que ninguno de los dos personajes resulta simpático y que ambos poseen un perfil político sumamente controvertido, pero nadie tiene derecho a atacarlos con una impostura. Las redes sociales han amplificado la posibilidad de difundir embustes, como todo el mundo sabe. El caso más llamativo es el que afectó hace poco a lord McAlpine, exasesor de Margaret Thatcher. En noviembre pasado, el antiguo político británico lanzó una demanda colectiva contra más de diez mil “tuiteros” por propagar una calumnia, la de que, años atrás, había abusado de menores. Yo no sé si la red es hoy un campo de batalla ético por la libertad como he leído en alguna parte, pero sí se puede afirmar sin necesidad de exagerar tanto que muchos desaprensivos o faltos de talento seguirán aprovechando las enormes posibilidades que brinda esa plataforma para sembrarla de patrañas. Deberemos defendernos de ellas con las mismas armas que usamos para protegernos de las mentiras y de las verdades a medias que tratan de endilgarnos algunos medios tradicionales. 
Heraldo de Aragón - 27/1/2013

lunes, 21 de enero de 2013

Llamarse a andana

Visto lo que se nos cuenta sobre Bárcenas, ¿por qué habría de extrañarnos que al presidente de la Comunidad de Madrid le parezca normal la compra de un ático de lujo por 770.000 euros para veranear en la Costa del Sol, mientras los ciudadanos sufren los negativos efectos de la crisis económica? El ostentoso piso que Ignacio González y su esposa han adquirido a la sombra de Marbella es la cínica manera que algunos políticos tienen de entender su actividad al frente de las instituciones: han acabado convirtiéndose en una élite, bien protegida de la tormenta que cae inmisericorde sobre los demás mortales. ¿Qué decir entonces de los 22 millones de euros que el exsenador y extesorero del PP acumuló en una cuenta en Suiza sin que exista constancia de su origen? ¿Y del presunto pago en dinero negro a parte de la cúpula del partido durante años, hecho negado por sus actuales dirigentes mediante el simple procedimiento de llamarse a andana? A pesar de los intentos por minimizarlo, el caso Gürtel y sus derivadas se están revelando en toda su dimensión como una trama de corrupción política y financiera nacida en el corazón mismo del PP. Nada parece diferenciar esta historia de aquel viento huracanado que con el nombre de Filesa asoló al PSOE un día. Hay otros casos, así que si los partidos no los atajan de una vez por todas, el hartazgo social que provocan y la creencia generalizada de que se protege a los corruptos acabarán minando de manera irreversible la confianza en el sistema. 
Heraldo de Aragón - 20/1/2013

lunes, 7 de enero de 2013

Cuaderno de deberes

Se puede decir que, en general, los españoles no comparten el moderado optimismo que exhibió el otro día el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, cuando dijo aquello de que algo positivo se mueve en este país, y sí en cambio el fatalismo del presidente Rajoy, que prevé un 2013 repleto de graves dificultades. Esto al menos se deduce del último Barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS): hasta un 79 por ciento de los encuestados cree que la economía irá igual o peor dentro de un año. En tiempos de crisis, parece lógico que el paro y la situación económica figuren a la cabeza de las preocupaciones ciudadanas, pero debería generar alguna reflexión el hecho de que los políticos se sitúen en tercer lugar y de que se incremente considerablemente el malestar por la corrupción y el fraude. Acaba de conocerse la querella del fiscal contra el expresidente de la Diputación de Orense, el inenarrable Baltar, por prevaricación, pero hay más de trescientos políticos españoles imputados en diversas causas, sin contar casos tan sonados como el del duque de Palma o el del expresidente de la CEOE. La sanidad, la educación, los bancos, los recortes, los desahucios y los problemas sociales completan la lista de los diez mayores problemas. El sondeo del CIS viene a ser como el cuaderno escolar de deberes en el que los electores indican a la clase política lo que tiene que hacer, incluida una revisión de sus propios comportamientos: unos cuantos motivos para recuperar la confianza en el futuro.   
Heraldo de Aragón - 6/1/2013

miércoles, 2 de enero de 2013

De balances y previsiones

El balance de fin de año que el pasado viernes desgranó Mariano Rajoy en rueda de prensa se parece un poco a aquellos ejercicios espirituales que algunos vivimos en nuestra primera adolescencia, cuando se nos conminaba a reflexionar sobre las oscuridades del alma y las miserias de la vida. Algo así como que venimos de una sombría herencia política y económica, que los daños colaterales han sido inevitables y que transitaremos todavía 2013 por una senda de sangre, sudor y lágrimas, antes de que comencemos a notar alguna mejoría, a ver la luz tal vez hacia la segunda mitad del año. El mensaje del presidente ya no tiene nada que ver con aquel cuento de la lechera que nos endilgó cuando aspiraba a ocupar el palacio de la Moncloa. Sin embargo, tanto el toque a rebato de su actual discurso como su amortiguado intento de insuflar algún ánimo en la decaída moral ciudadana caen sobre una sociedad muy fatigada. Ni Rajoy es aquel mirlo blanco de la política que iba a arreglar las cosas en un visto y no visto ni están estas para soluciones milagrosas. Declina 2012 y el nuevo año se presenta con una crisis sistémica en pleno apogeo y unas previsiones de los organismos internacionales para la economía española poca o nada optimistas. Tan mal vemos el panorama, que confiamos en que Merkel haga caso a Lagarde (la misma que acaba de dilapidar una pasta en el ágape navideño de los funcionarios del Fondo Monetario Internacional) y relaje los plazos de cumplimiento del déficit fiscal. Aún les tendremos que estar agradecidos.
Heraldo de Aragón - 30/12/2012