lunes, 17 de diciembre de 2012

La terca realidad

Para algunos sectores de la izquierda, Alberto Ruiz-Gallardón fue durante años el modelo ideal de político de derechas: moderado, abierto, nada dogmático, dialogante. Pero esa imagen apenas ha resistido la prueba del algodón de su paso por el Gobierno de Mariano Rajoy. La gestión y los proyectos del ministro de Justicia han logrado azuzar, junto con las iniciativas del ministro de Educación, José Ignacio Wert, las mayores protestas ciudadanas. Ambos políticos son, seguramente, los más genuinos representantes de eso que la diputada de UPyD Irene Lozano llama «cinismo desacomplejado» en la manera de gestionar los asuntos públicos, y que viene a ser algo así como gobernar suplantando la realidad por otra adaptada a los intereses de quien ejerce el poder, una práctica que no es nueva pero que en tiempos difíciles como los actuales tiene el riesgo añadido de crear más problemas. Claro que esta especie de objetivismo mágico de nuestros gobernantes se da de bruces contra las alertas de organismos que llevan años luchando contra la pobreza en el mundo. Intermón Oxfam, con la colaboración de Médicos del Mundo, Unicef, Cáritas y las redes sociales de la Compañía de Jesús, advierte que España tardará 25 años en recuperar los niveles de bienestar anteriores a la crisis si se mantienen los programas de austeridad y de recortes. Hasta 18 millones de personas pueden encontrarse en riesgo de exclusión social en el año 2022. La realidad es testaruda. Sin políticas activas  de crecimiento, las diferencias sociales serán mayores cada día.
Heraldo de Aragón - 16/12/2012

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